

La ropa, esas prendas que compramos cuando mamá o papá nos dan algo de dinero, influye y mucho en cómo nos va a mirar la gente cuando salgamos a la calle. Hay prototipos, evidentemente: si vas vestido de negro, te tiene que gustar el rock o el heavy y nada más; vives únicamente para dormir comer y escuchar la música que te gusta. ¿Por qué tiene que ser así siempre, no llego a entenderlo? Si una chica se pone una falda corta y una camisa donde se le vea la barriga, es una “puta”, así de simple; da igual lo que la chica haya hecho o no, por su forma de vestir la tachamos como “guarra”.
¿Una persona con aparatos en la boca y con gafas es un empollón por naturaleza o porque “lo han dicho” desde siempre? Si eres una persona que no le importa escuchar todo tipo de música o ponerte prendas con tachuelas y unos zapatos rosados, eres una persona sin personalidad o con falta de autoestima; y mi pregunta es: ¿cómo debe comportarse alguien para que no hablen de ella sobre cómo actúa?
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Comentarios dañinos aparte, también lo podemos llamar envidia por tu situación económica, por las notas (en caso de estudiantes) o incluso por la suerte que te ha tocado tener en la vida con la clase de familia que tienes o donde vives.
Yo he llegado a una conclusión en esta vida: pásate por “donde quieras” lo que la gente diga, porque hagas lo que hagas, lo vas a hacer mal. Viste como quieras, escucha la música que quieras y hazlo todo como quieras, que por algo es tu vida y son tus decisiones (en muchos casos como el mío, también hay que contar con la aprobación de los padres y madres, pero son cosas de la edad). Recuerda siempre hacer lo que quieras, pero respetando a los demás. No hagas lo que no te gusta que te hagan. Espero que a nadie le ofenda mi publicación, ya que únicamente lo he hecho para decir lo que pienso, sabiendo que también hay personas que no opinan lo mismo que yo.
“Si por criticar cobraran, nadie lo haría...”
Ha sido así, es así y será así, Aitana. Tú también lo haces sin darte cuenta y a lo mejor lo harás dándote cuenta (que será lo realmente grave). ¡Ojalá que tú no lo hagas cuando seas mayor y no seas como nosotras!
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