Son muchas las personas (mayores y no tanto) que se preguntan para qué sirve la filosofía, quizás porque piensen que se trata de un campo inútil y sin ningún tipo de funciones científicas (si es que dichas personas consideran una ciencia a la filosofía). Incluso determinadas personas, sumadas a los actuales gobernantes españoles, piensan suprimir la filosofía de la etapa secundaria, donde se supone que el alumnado se plantea determinadas preguntas que dicha asignatura quizás podría responder con mayor firmeza que otras ciencias; considerada, a su vez, dicha edad en la cual el chico o chica posee una capacidad de razonamiento adecuada por lo que, casi inconscientemente, el adolescente tiene “necesidad” de filosofar. Por otro lado, pienso que todas las personas, desde un bebé hasta un anciano ya sea consciente o inconscientemente, se hacen preguntas de las que muchas veces no esperan respuesta concreta, por ello, se podría afirmar que todos y cada uno de nosotros, en mayor o menos medad, siendo conscientes de ello o no, en una etapa u otra de nuestra vida, hacemos uso de la filosofía. Si no pensemos, ¿cuántos de nosotros nunca nos hemos preguntado qué viene después de la muerte o cuál es el origen del Big Bang?
Además, el ser humano tratándose de un animal, aunque con unas cualidades más desarrolladas física y mentalmente posee la capacidad innata de preguntarse el por qué de determinadas cuestiones que le hacen entrar en un mundo plagado de incertidumbres que presentan respuestas hipotéticas. Asimismo, no todo el mundo piensa de la misma manera en edades iguales, quizás una persona empiece a hacer preguntas filosóficas de alto grado de pensamiento y madurez a los doce años. Mientras que otra persona necesita llegar a los dieciséis o vente años para hacer la misma pregunta; aunque, en mi opinión en cierto modo desde apenas unos meses de vida nos empezamos a hacer cuestiones radicales que requieren poco grado de inteligencia. Remontándonos en el tiempo, podríamos también afirmar que históricamente la filosofía es la primera ciencia existente y a partir de ella se desplegaron las demás (matemáticas, física, etc.), por tanto, la filosofía engloba todos los conocimientos iniciales de las ciencias actuales. Resultaría imposible que una persona fuese capaz de estudiar todas las ciencias al mismo tiempo y la filosofía, aunque no en profundidad, es capaz de aportar un conocimiento general. También resultaría imposible que una misma ciencia se encargase de todos los aspectos científicos que nos rodean.
Por otro lado, pienso que muchas personas se plantean la pregunta de ¿para qué sirve la filosofía? Sin siquiera saber lo qué es la filosofía. En cuanto a la utilidad de ésta, con la filosofía no se pueden crear bombas, por ejemplo; para eso tenemos otras ciencias especializadas en el tema como la física o la química, quizás la filosofía, (en este caso la filosofía práctica o ética) se plantea si resultaría conveniente utilizar dichas armas en la humanidad y acabar así con la vida de muchísimas personas. Este es un claro ejemplo de que la filosofía no responde a preguntas concretas ni con una respuesta exacta ni objetiva, pues, para una persona podría resultar conveniente matar a un número X de personas mientras que a otras personas les resultaría arripiante incluso pensarlo. Encierto modo, la filosofía nos invita a hacernos estas preguntas que, sin necesidad de respuesta cierta nos ayudan a reflexionar.Se me ocurre otro claro ejemplo: una fábrica puede elaborar un detergente capaz de quitar todo tipo de manchas, pero que, por consiguiente expulsa muchos residuos contaminantes para el medio ambiente; dicha fábrica no se plantearía la posibilidad de sacar este detergente al mercado debido a su beneficio económico, así que, el campo que se plantearía este tipo de preguntas sería la filosofía. En mi opinión la filosofía amplía mis preguntas y pensamientos acerca de cualquier tema, de esa forma puedo no sólo ver los aspectos científicos y superficiales sino también su lado humano, ético y moral. Así cuando se me plantee una situación sería conveniente que la viese desde todos los puntos de vista. Hoy en día, quizás el ser humano no esté tan científicamente avanzado gracias a la filosofía, tampoco seamos irrealistas pero, ¿es gracias a las matemáticas, física o cualquier otra ciencia por la que actualmente existen unos derechos humanos universales? Creo que resultaría absurdo responder a esta pregunta, por esto, pienso que muchas veces la utilidad de la filosofía es demasiado importante. Busquemos la utilidad en la práctica, muchas veces, muchos de nosotros deseamos ser felices, es la típica pregunta filosófica que creo que nadie ha sabido responderla con exactitud. Sí que se trata de una respuesta subjetiva pero, quién se encarga de todo esto.
Gracias a la Filosofía hemos sido capaces de hacernos a nosotros mismos estas preguntas y de plantearnos lo que realmente nos hace felices en nuestras vidas y lo que no tanto. Ninguna otra ciencia ha tratado este tema hasta ahora, y sólo los importantes filósofos han sido capaces de al menos aportar una idea de lo que podría significar la felicidad. Así que la filosofía también sirve para buscar la felicidad dentro de nosotros mismo y plantearnos que es lo que nos hace felices. La búsqueda de la felicidad es un factor importante que siempre la filosofía ha querido descifrar. Por último, creo que en gran parte gracias a la filosofía hemos aprendido a ser personas y a saber distinguir el bien del mal, ¿o también distinguir nuestros comportamientos es función de otras ciencias? Personalmente, pienso que es un campo muy importante y del que actualmente muchos tienen un concepto confundido.
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La supresión de la filosofía explícita, esto es, de la obtención de las creencias básicas sobre las cuestiones humanas fundamentales, a través de la reflexión crítica y los argumentos racionales es una tentación habitual para el grupo gobernante. Por supuesto que la obtención de una filosofía explícita es posible sin la enseñanza de la filosofía; más aún, esta enseñanza no debe ser tampoco impositiva. Pero si una sociedad dispone de una enseñanza de la filosofía tiene con ello un recurso muy útil e importante para la obtención por parte de los ciudadanos de su filosofía explícita.
ResponderEliminarPues yo creo que ya no es necesaria la filosofía. ¿Por qué? Me es difícil decir el por qué; implica un discurso muy complejo, que además arrastra consigo a toda la tradición filosófica. Peor aún, tengo que darle la razón a un pensador que poco me agrada, llamado "Rorty". Igualmente, voy a hacer el intento.
ResponderEliminarEn efecto, desde Kant se evidencia el desmoronamiento de un ala muy importante para la filosofía, "la metafísica". Con Kant, y más aún con Nietzsche, se anuncia la muerte de la metafísica entendida en sentido tradicional. Luego, con la radicalización del pensamiento crítico, se llega a la destrucción de la ética, la religión y la política como componentes de estudio filosófico. Con Wittgenstein, y sus colegas analíticos, muere la posibilidad de una investigación filosófica seria sobre éstas materias. Del otro lado del mundo, con Heidegger, y cía. muere la posibilidad de pensar una ontología no metafísica. Más aún, junto con los analíticos, se llega a las instancias del lenguaje como mundo. Y finalmente, con Quine muere la posibilidad de pensar una ontología (realidad): "todo se reduce a un problema semántico o gramatical" (lingüístico).
¿Qué nos queda entonces para la filosofía? La teoría del conocimiento, la cual trabaja a nivel de las ciencia. El problema radicaría en que hoy por hoy, tanto la psicología, la lingüística, las neurociencia, y otras ciencias, están haciendo suyos los problemas epistemológicos que antes estaban reservados para la filosofía, como es el caso del problema mente-cuerpo cartesiano, la semiótica, el problema de las otras mentes, el problema de la percepción, del pensamiento, etc.
El nivel de especificidad con el que están trabajando las diversas ciencias genera un abismo insuperable para la filosofía. A esta última sólo le queda especular, divagar, contemplar. Tarea llevada por muchos filósofos de última generación, especialmente los autodenominados "franceses neonietzscheanos". Las ciencias cada vez están dividiendo más su objeto de estudios. En materia de política y ética ya no se pueden ver claramente los límites entre filosofía política y ciencia política o deontología (ciencia ética). A los filósofos continentales se los acusa de poetas, ya que no se puede ver una diferencia sustancial entre poesía, literatura o filosofía en sus obras.
Lo más trágico es que en el siglo **, y mayormente en estos últimos 30 años, la labor filosófica se ha dividido en dos, gracias al constante pleito de dos tradiciones filosóficas encontradas. Por un lado está la filosofía continental, y por el otro la filosofía analítica. Ambas tradiciones trabajan de maneras muy distintas y generalmente en conflicto. Viven en guerra, y ni siquiera existe diálogo entre ellas. Discuten mayormente por el objeto que la filosofía debe abordar, y por ello estudian temáticas muy diferentes.
Gracias a ello, uno ya ni sabe cuál de esta tradiciones es la que hace filosofía y cual no. Como dice Rorty, tal vez ambos cuerpos de investigación deberían eliminar su título de “filosofía” y deberían considerarse dos ciencias distintas. Así, dejarían morir en paz a la filosofía, tal y como es debido.